Vuelta del Castillo

En esta ocasión todo el interiorismo ha corrido a cargo de la diseñadora Ana Leiza.
Hemos llevado a cabo una importantísima redistribución de los espacios, cuyo resultante es una vivienda mucho más práctica y luminosa. Algunas de las vigas que antes marcaban la morfología del piso, quedan ahora al aire como un elemento decorativo más, que convive maravillosamente bien con la bajada de los techos retroiluminados.
A resaltar también las puertas correderas de cristal con perfil de hierro esmaltado, para separar el salón de una imperial cocina que destaca por sus encimeras de mármol y por un importante comedor al fondo.
Estancias mucho más amplias y habitables, para vivir y disfrutar una casa del siglo XXI.